5 razones por las que necesitamos un nuevo alunizaje hoy
Últimamente, escuchamos cada vez más sobre países que planean enviar humanos de nuevo a la Luna. Y en este punto, un contribuyente razonable podría preguntarse: “¿Para qué? Ya fuimos – trajimos suelo lunar, plantamos unas cuantas banderas, incluso jugamos golf. ¿No fue suficiente? ¿No deberíamos ir directo a Marte?”. Pues bien, aquí está la razón por la que regresar a la Luna tiene mucho sentido.
Contenido
- Razón 1: Aún no terminamos de explorar la Luna — y tiene mucho por ofrecer
- Razón 2: Podríamos construir un telescopio gigante en la Luna
- Razón 3: La próxima misión a la Luna inspirará a nuevos científicos e ingenieros
- Razón 4: La próxima misión lunar impulsará tecnologías que podrías usar tú mismo
- Razón 5: La Luna puede ser la mejor plataforma para llegar a Marte
- Alunizaje: Preguntas frecuentes
- Por qué necesitamos volver a la Luna: conclusión
Razón 1: Aún no terminamos de explorar la Luna — y tiene mucho por ofrecer
No volvemos solo por las vistas: volvemos por los recursos de la Luna. En sus cráteres y suelo se esconden elementos valiosos tanto para la vida en el espacio como para la Tierra:
- Hielo de agua, que puede convertirse en agua potable, aire respirable y combustible para cohetes — sin los enormes costos de lanzarlo desde la Tierra;
- Metales de tierras raras, utilizados en todo, desde smartphones hasta paneles solares;
- Helio-3, un isótopo raro que podría usarse para generar energía por fusión nuclear segura y sin radiación.
Pero antes de aprovechar estos recursos, necesitamos explorar más, mapear la superficie y averiguar qué hay realmente allí y cómo acceder a ello.

¿No podemos simplemente enviar más robots?
Ya hemos enviado más de 105 sondas robóticas para explorar la Luna, y algunas siguen funcionando. Las misiones lunares actuales como Chang’e, Chandrayaan, KPLO y LRO siguen mapeando, escaneando y analizando su superficie. Proveen datos valiosos, desde mapas minerales hasta posibles zonas de aterrizaje.
Pero por potentes que sean los robots, tienen sus límites. Los rovers pueden escanear, perforar y analizar, pero son lentos y siguen rutinas preprogramadas. Solo cargan un conjunto limitado de instrumentos y no siempre “ven” el panorama completo. Un astronauta entrenado puede detectar algo inusual, tomar decisiones rápidas y recolectar las muestras más útiles. Durante el programa Apolo apenas rascamos la superficie, literalmente. Con nuevas misiones tripuladas y mejores herramientas, podemos descubrir mucho más.
Razón 2: Podríamos construir un telescopio gigante en la Luna
Si queremos construir el telescopio más potente de la historia, la Luna podría ser el lugar ideal, y estas son las razones:
- La Luna tiene una atmósfera extremadamente delgada y débil. No hay clima, viento, ni capa de aire que distorsione o disperse la luz de las estrellas lejanas, problemas comunes para los astrónomos en la Tierra.
- La gravedad lunar es una sexta parte de la terrestre, lo que facilita la construcción de instrumentos masivos.
- La Tierra está constantemente saturada de ondas de radio — de torres celulares, satélites, señales de TV y hasta microondas. Eso dificulta detectar señales débiles del espacio profundo. Pero el lado oculto de la Luna está naturalmente protegido, bloqueando el ruido electromagnético terrestre y creando uno de los lugares más silenciosos del Sistema Solar para la radioastronomía.
Estas condiciones combinadas permitirían construir telescopios más grandes, precisos y sensibles que cualquier otro lanzado hasta ahora.
Suena genial, pero… ¿cuál es el objetivo?
Simple: cuanto más grande es el telescopio, más podemos descubrir. Un observatorio lunar, especialmente en el lado oculto, podría ayudarnos a:
- Detectar exoplanetas tenues y analizar sus atmósferas en busca de señales de vida;
- Observar a fondo las “edades oscuras” del cosmos, el periodo antes de que se encendieran las primeras estrellas;
- Estudiar con ondas de radio de baja frecuencia las nubes de hidrógeno primordiales, la materia que formó las primeras estrellas y galaxias.

¿No son suficientes telescopios espaciales como Hubble y James Webb?
Son impresionantes, pero tienen límites. Hubble orbita la Tierra y James Webb gira alrededor del Sol cerca del segundo punto de Lagrange (L2), donde se mantiene frío y en sombra. Pero ambos siguen lo bastante cerca como para verse afectados por la gravedad y el ruido electromagnético de la Tierra. Un telescopio en la Luna — especialmente en su lado oculto — sería más estable y completamente aislado. Es el sitio ideal para captar las señales más débiles desde los confines del universo.
Hubble cambió nuestra visión del universo, y lo hizo desde la órbita baja terrestre. Imagina lo que podríamos descubrir con un observatorio de próxima generación en la Luna. Si queremos la vista más clara y profunda del espacio jamás lograda, el mejor asiento está en la superficie lunar.
Razón 3: La próxima misión a la Luna inspirará a nuevos científicos e ingenieros
Se dice a menudo que el programa Apolo inspiró a toda una generación de astronautas, científicos e ingenieros. Algunos profesionales del espacio de hoy están de acuerdo:
- Eileen Collins, la primera mujer piloto en una misión de la NASA, recuerda cómo Apolo moldeó su forma de pensar: “Si podemos llevar a un hombre a la Luna antes de que termine la década, por supuesto que podemos hacer A, B y C”.
- Mike Massimino, exastronauta de la NASA, dijo que ver a Armstrong y Aldrin caminar sobre la Luna de niño marcó su destino: “Para mí, los astronautas eran ídolos. Me parecían incluso más geniales que los deportistas. Eran estrellas de rock”.
- Bill Nye, un reconocido divulgador científico, atribuye al programa Apolo la inspiración para su carrera en ingeniería: “No fue el camino que elegí, fue el camino que simplemente se abrió ante mí gracias a ese logro extraordinario”.
Con el programa Artemis y futuras misiones lunares tripuladas, estamos a punto de recibir imágenes en alta definición y casi en tiempo real desde la superficie lunar — algo que Apolo nunca tuvo. Podría inspirar a niños, jóvenes e incluso adultos que nunca pensaron que el espacio o la ciencia fueran para ellos.
¿Ya sientes esa chispa? Entonces enciéndela con nuestro quiz sobre los primeros en el espacio. Te sorprenderá saber cuántos hitos ha alcanzado la humanidad: desde la primera caminata lunar hasta la primera nave interestelar.

Sí, pero… ¿dónde trabajará toda esta gente inspirada?
Las misiones lunares no solo hacen titulares: crean industrias enteras. El regreso a la Luna impulsará la demanda de:
- Robótica e inteligencia artificial para vehículos y equipos autónomos;
- Impresión 3D y materiales avanzados para construir hábitats y herramientas;
- Energías limpias, medicina espacial, sistemas de soporte vital y más.
Y no se limita a las agencias espaciales. Estos avances se expanden a universidades, startups, construcción, educación, desarrollo de software y fabricación. Y con ese aumento de talento y oportunidades, llega algo aún más grande: una ola de nuevas tecnologías que podrían transformar la forma en que vivimos, tanto en el espacio como aquí en la Tierra.
Razón 4: La próxima misión lunar impulsará tecnologías que podrías usar tú mismo
Llevar humanos a la Luna – y mantenerlos con vida allí – exige llevar la ciencia y la ingeniería al límite. Y cuando eso ocurre, surgen cosas asombrosas. De hecho, aún hoy nos beneficiamos de tecnologías desarrolladas durante la era Apolo para resolver problemas complejos.
Hmm, no veo tecnologías espaciales por aquí…
Claro que sí. ¿Qué hay del teléfono en tu mano? Decenas de tecnologías nacidas de las misiones lunares se han colado silenciosamente en la vida diaria. Por ejemplo:
- Computadoras portátiles, precursoras de los smartphones modernos;
- Bombas de insulina, basadas en sistemas diseñados para monitorear la salud de los astronautas;
- Alimentos liofilizados, ideales para excursiones, emergencias o simplemente por su larga duración;
- Tejidos ignífugos, ahora usados por bomberos en todo el mundo;
- Un tipo especial de súper aislamiento, creado para mantener vivos a los astronautas, que hoy se encuentra en paredes de edificios, máquinas de resonancia magnética, ropa de invierno — incluso en la funda de tu móvil.
La tecnología espacial no se queda en el espacio. Termina en tu bolsillo, tu casa y tu vida cotidiana, muchas veces sin que lo sepas. Y no solo hablamos de misiones lunares. Tecnologías probadas a bordo de la Estación Espacial Internacional — como avanzados sistemas de purificación de aire y agua — están ayudando hoy a proveer agua potable en zonas donde más se necesita. Haz nuestro quiz sobre la EEI y comprueba cuánto sabes sobre el laboratorio que flota a 400 kilómetros sobre tu cabeza.

Razón 5: La Luna puede ser la mejor plataforma para llegar a Marte
La Luna no es el destino final, pero sí el lugar más inteligente para comenzar. Las futuras misiones lunares nos ayudarán a:
- Dominar el aterrizaje y despegue en baja gravedad;
- Aprender a vivir y trabajar en un entorno con gravedad reducida;
- Usar vehículos móviles para buscar hielo de agua, que puede convertirse en agua potable o en combustible de hidrógeno;
- Establecer y abastecer una base espacial que permita estancias prolongadas.
Pero… ¿por qué no ir directamente a Marte?
Antes de dar ese gran salto, tiene sentido adquirir experiencia en un lugar más cercano a casa. Marte se imagina a menudo como el futuro hogar de la humanidad, y quizá algún día lo sea. Pero llegar allí representa un reto completamente distinto. Está más de 200 veces más lejos que la Luna, lo que significa viajes mucho más largos, comunicaciones con retardo y sin posibilidad de regreso rápido ante una emergencia. Las ventanas de lanzamiento solo se abren cada dos años, y los astronautas tendrían que quedarse durante meses. La Luna está a solo tres días de distancia — lo suficientemente cerca para probar todo y resolver problemas sobre la marcha.

Alunizaje: Preguntas frecuentes
¿Cuándo volveremos a la Luna?
El primer paso ya se ha dado: Artemis I de la NASA despegó en noviembre de 2022, enviando la nave Orión sin tripulación alrededor de la Luna y de regreso en una exitosa misión de 25 días. El siguiente gran hito, Artemis II, está previsto para 2026 y llevará astronautas en un vuelo similar. El aterrizaje tripulado se espera con Artemis III en 2027, seguido de misiones para construir una base a largo plazo más adelante en la década. La Agencia Espacial Tripulada de China también planea llevar astronautas a la Luna antes de 2030.
¿Se planea establecer una colonia lunar?
No exactamente una colonia, pero sí quedarse. Por ejemplo, la NASA planea construir un campamento base permanente cerca del polo sur lunar. Esta base serviría como laboratorio científico, campo de pruebas para nuevas tecnologías y punto de partida para futuras misiones a Marte.
¿Por qué el sitio de alunizaje está en el polo sur de la Luna?
La NASA apunta al polo sur lunar porque es una de las zonas más prometedoras — y científicamente fascinantes — para aterrizar. Esta región contiene cráteres que nunca reciben luz solar, donde se ha confirmado la existencia de hielo de agua. Ese hielo podría ser clave para futuras misiones, ya que proporcionaría agua potable, oxígeno respirable e incluso combustible para cohetes. El polo sur también es una mina de oro para la geología lunar. Explorarla podría ayudar a los científicos a entender mejor la historia de la Luna y cómo aprovechar sus recursos.
¿El alunizaje de 1969 fue falso?
No, fue real, y hay pruebas científicas, fotográficas y físicas abrumadoras que lo respaldan. De todos modos, las teorías conspirativas son interesantes de leer. Descubre los mitos más comunes sobre el alunizaje (y la ciencia que los refuta) en nuestro artículo.
¿Hay personas en la Luna en este momento?
Aún no. Los últimos humanos en la Luna fueron los astronautas de la misión Apolo 17 en 1972. Desde entonces, todas las misiones han sido robóticas.
¿Cuántas personas han ido a la Luna?
En total, 12 personas han caminado sobre la Luna en seis misiones tripuladas. Sus huellas aún siguen allí — y podrían permanecer por millones de años, gracias a la ausencia de viento y clima en la superficie lunar. Ah, y también hay un hombre “enterrado” en la Luna. No era astronauta, pero siempre soñó con serlo. ¿Tienes curiosidad? Mira nuestra infografía con hechos sorprendentes pero reales sobre la Luna.

Por qué necesitamos volver a la Luna: conclusión
Ya caminamos sobre la Luna. Plantamos banderas. Trajimos rocas. Incluso jugamos un poco de golf. Pero eso fue solo el prólogo. Esta vez, regresamos no para repetir el pasado, sino para construir el futuro. En la Luna aprenderemos a vivir fuera de la Tierra, a probar tecnologías que podrían llevarnos a Marte y a expandir la ciencia más allá de lo que jamás imaginamos. Así que, volver a la Luna no es un paso atrás: es la carrera previa antes del próximo gran salto.